¿Qué han hecho los taxistas en otros países?
El Gobierno de Costa Rica declaró ilegal a la aplicación Uber después de numerosas negociaciones y del incremento de la violencia entre sus conductores y taxistas a niveles inaceptables con amenazas, insultos, golpes, detenidos y decomisos de armas.
Costa Rica se convierte así en el primer país Latinoamérica en prohibir el uso de esta aplicación, pero se une a otros en los cuáles ha sido parcial o totalmente bloqueada como Hungría, Dinamarca, Bulgaria e Italia, entre otros.
El sin sabor de esta prohibición es que, más allá de buscar una solución visionaria para mejorar los sistemas de transporte mediante el uso de la tecnología, nos está condenando al uso de servicios tradicionales que no han hecho mucho por adaptarse a las nuevas demandas de los usuarios y se han estancado en pésimos estándares de calidad. Entonces, para poder mejorar estos servicios debemos entender cómo surge Uber y cómo han competido los taxistas en otros países.
¿Cómo surge Uber?
Debemos comprender el punto histórico en el que nos encontramos, al que algunos economistas han nombrado la Cuarta Revolución Industrial. En este punto están convergiendo tecnologías digitales y transformando la manera en la que vivimos y en la que pensamos con respecto a los productos y servicios que adquirimos. Mientras antes comprábamos casa o un vehículo para nuestro uso exclusivo, ahora los “compartimos” y optimizamos su uso para mejorar nuestro ingreso. Este cambio radical en el mercado representa una gran presión para diversos sectores sociales y modelos tradicionales.
Si tomamos este modelo a una escala mayor, las grandes corporaciones optan por modelos de co-working y leasing para sus espacios trabajo (oficinas, bodegas o fábricas). Es decir, los edificios y equipos en los que operan no les pertenecen, sino que los alquilan y los comparten por periodos determinados de tiempo.
Uber apenas fue lanzada por primera vez en el 2011 en San Francisco, California. En este corto periodo ya ha extendido sus operaciones a 58 países y recientemente ha sido valuada en más de 60 mil millones de dólares. Sin embargo, Uber no es único, en algunos países como China han surgido aplicaciones similares como Didi valuada actualmente en $50 mil millones y Grab Taxi originalmente de Malasia y que ya opera en todo el sureste asiático. Entre estas aplicaciones se ha dado una guerra de servicio y bajo costo, poniendo el jaque al modelo de taxi tradicional.
Modelos alternativos de negocio y mejoras en el serivcio
El taxi como símbolo de la ciudad. Los taxis son parte fundamental de los sistemas de transporte y han estado vigentes por décadas. Esto ha generado que muchos de ellos se consideren símbolos históricos de su ciudad. Tal es el caso de los taxis de Londres, los cuales han mejorado su diseño a través del tiempo y cuyos conductores deben aprobar rigurosas pruebas para poder conducir un taxi. Sus conductores han sido objeto de investigación académica ya que la estructura de su cerebro cambia considerablemente durante el riguroso proceso de entrenamiento -que toma de dos a cuatro años- en el cual deben memorizar miles de calles, puntos de referencia y la mejor manera de llegar a ellas.
Publicidad. A pesar de que el modelo tradicional es cobrar por transportar pasajeros desde un punto A a un punto B algunas compañías incluyen la posibilidad publicidad en sus vehículos que se mueven por la ciudad anunciando distintos productos o servicios.
La María de antaño. Frente a una aplicación móvil en la que se paga por medios electrónicos desligados del factor humano, la conocida “María” no puede quedar más mal vestida. Su falta de exactitud y facilidad de alteración ilegal hace que medios alternativos de pago más acertados y transparentes atraigan a los usuarios. Algunos taxis son equipados con sistemas de pago con tarjeta de crédito, “marías” de última generación con rastreo por GPS e integradas a un sistema que les permite a los taxistas localizar a los usuarios y viceversa.
Las compañías de taxis también han creado sus propias aplicaciones para brindar el servicio las cuales proveen información de localización, tarifa, contacto e identificación del conductor antes y después del servicio.
Tarifas variables. Los taxis modernos han cambiado el paradigma tradicional de pago por distancia y dan la opción de tarifa plana, todo a preferencia del usuario. Tal es el caso de “Flat Fare” en Singapur en el cuál los usuarios son libres de escoger entre una tarifa variable por distancia o una tarifa fija dependiendo de sus necesidades.
Por otra parte, los taxis modernos ofrecen planes corporativos con tarifas preferenciales y tarjetas de pago fácil para que sus clientes se muevan por la ciudad de manera eficiente y a un bajo costo.
Los usuarios son libres de escoger cómo transitar su ciudad y la guerra entre los taxistas y Uber la ganará aquel que provea el mejor servicio. A pesar de la reciente prohibición en Costa Rica, los cambios en el futuro que permitirán integrar tecnología en estos servicios son inminentes.